Colombia bajo el agua

Para nadie es un secreto la crítica situación que vive el país, nuevamente una ola invernal está azotando al país a lo largo y ancho del mismo. Cifras significativas de cultivos se han desaparecido, reses de las zonas afectas han tenido que ser retiradas de las zonas critica, otras han muerto, ni que decir de los pueblos inundados, bienes perdidos y gente olvidada que se ha quedado sin ni siquiera un techo donde dormir, con hijos hambrientos y con mucho trabajo por encima para tratar de maquillar lo que el agua les ha quitado.

La anterior ola invernal sufrida en el país, dejo grandes pérdidas económicas para el país, sobrecostos en los alimentos, millones de damnificados y crisis social en las comunidades afectadas, familias que apenas superaban el trauma de perderlo todo vuelve a ser sorprendida por las lluvias que acaban por una vez más con su firme propósito de progresar y crecer ante las adversidades. Para ese entonces el gobierno pronostico que una nueva ola invernal, causa del calentamiento global, afectaría al país, ¿Qué hizo para prevenir los daños que esta traía? Despilfarros en contratos vergonzosos, corrupciones por montones; mientras gente se muere por siquiera comer un pedazo de pan o tomar un sorbo de agua potable.

Hoy vemos como el agua cubre techos de casas, provoca derrumbes en vías de todo el país, provoca caos económico, perdidas alimentarias y causa pánico en cada rincón del mismo. Pensamos muchas veces que este tema del invierno azota únicamente a las personas que más necesitan o que son más vulnerables a sufrir por causas como estas, pero vemos también que el sector elitista de la sociedad también sufre y queda expuesta a dicho mal, el principal caso es el de la universidad de la sabana en Bogotá que ha sido afectada y se encuentra al día de hoy inundada, pero que a diferencia de otras dificultades que se presentan en otros sitios como Honda en el Tolima, esta (La Sabana) si es vista con preocupación ya que tiene mayor influencia en entes gubernamentales, con lo cual los recursos para su pronta recuperación son invertidos de manera satisfactoria y nombrado por la prensa como algo extraordinario, mientras en alguna otra parte de nuestro territorio la gente necesita que los recursos destinados para su progreso, sean utilizados de una buena manera en por lo menos un 50%. No olvidemos que miles de millones se han puesto sobre la mesa para los damnificados del invierno, pero que es dinero que se va en parte a los bolsillos de aquellos corruptos que velan por la seguridad del país.

Esperemos que esta ola invernal termine pronto y que las personas aguanten en su máxima expresión las adversidades que en este momento pasan, que los nuevos recursos destinados a amortiguar el impacto se utilicen bien y que nos humanicemos todos hacia el país, que tengamos claro cuál es el núcleo del problema y pensemos que si lo que vivimos hoy en día tiene que ver con todo lo que le hemos hecho a nuestra naturaleza, esta que ha soportado de todo y ahora está enferma por un virus llamado hombre.

Por: Hector Morales