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miércoles, 27 de abril de 2011

DE LA ABUNDANCIA A LA ESCACES

Es increíble pensar que los seres humanos en vez de adaptarnos a la naturaleza sea a ella quien la adaptemos, sin pensar en los prejuicios que a largo plazo esto nos podría traer en fin Colombia era un país casi por completo cubierto de selvas, con algunas vastas sabanas, humedales y páramos y casi ningún desierto; hoy en día gran parte de esos ecosistemas originales ha sido reemplazada por potreros y, en menor proporción, por cultivos, asentamientos humanos, obras de infraestructura; algunos desiertos han empezado a crecer. El cambio es el resultado de la ocupación y el uso de los territorios, sus ecosistemas y recursos naturales por la sociedad colombiana, a lo largo de la historia, en un proceso en el cual la sociedad se benefició de los recursos, pero también tuvo que oponerse a notables obstáculos naturales. Unas veces trabajó del lado de la naturaleza, disfrutando de sus ventajas, aprovechando las abundantes aguas y tierras, las maderas, la caza y la pesca; otras, luchó contra ella, contra los climas inhóspitos, las topografías escarpadas, las plagas, tratando de someterla a sus necesidades y, no pocas veces, a sus caprichos.

En todos estos procesos la sociedad ha mantenido relaciones conflictivas con la naturaleza; a veces trató de adaptarse a la naturaleza; otras trató de adaptar la naturaleza; unas veces tuvo éxito, otras no tanto. El paisaje con densa cobertura de selvas ha dado lugar, en gran parte del país, a otro con pastos, algunas arboledas dispersas a lo largo de las cañadas y uno que otro cultivo; estéticamente grato y con pocos síntomas visibles de degradación severa, como erosión, este paisaje está, no obstante, despojado de su riqueza original: ya no hay caza ni pesca; las maderas buenas son escasas, si existen; los suelos están empobrecidos; la capacidad de regular aguas y clima es una mínima parte de la original; la biodiversidad está diezmada y amenazada. Sociedad y naturaleza cambiaron: la naturaleza se ha empobrecido, pero la sociedad no se enriqueció, al menos en su conjunto, aunque muchas personas obtuvieron riquezas, a veces muy grandes, de su explotación. De la amplia base de recursos original queda cada vez menos, los pobres son cada vez más y el país se encuentra sumido en la violencia. Cabe preguntarse si estos hechos guardan alguna relación entre sí. Este trabajo ensaya una aproximación a ello.

La sociedad, en la medida en que está conformada por seres vivos, interactúa de manera muy estrecha y diversificada con su entorno físico biológico (la naturaleza, los ecosistemas). En respuesta a las características de su medio natural, cada sociedad desarrolla algunos patrones culturales, formas de adaptación complejas a condiciones cambiantes. A su vez, la acción humana sobre el entorno puede mejorarlo y con mayor frecuencia, deteriorarlo, y revierte sobre la sociedad en un sistema de retroalimentación que complejiza aún más las interacciones. La transformación se entiende como cambios en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas naturales, que son reemplazados por ecosistemas por completo diferentes; los cambios conllevan modificaciones en la oferta ambiental. Así, por ejemplo, los pastos y cultivos, que reemplazan en gran parte del país a los bosques preexistentes, posibilitan la cría de ganado y mantienen procesos ecológicos básicos (fotosíntesis, reciclado de materia), pero implican cambios eventualmente lesivos para la sociedad, por ejemplo en la capacidad de regulación climática, hídrica y ecológica, en la fertilidad de los suelos o en la oferta de caza y pesca. Se parte de la idea de que un cierto nivel de transformación va inevitablemente ligado al uso humano de los ecosistemas y que hay niveles aceptables de transformación. Se cree, así mismo, que hay niveles que deterioran la oferta ambiental, afectan los beneficios que la sociedad recibe e implican costos de reposición de bienes y servicios ambientales que tienen graves efectos económicos y sociales.

Este ensayo describe el proceso de transformación de los ecosistemas de Colombia hacia sistemas humanizados (potreros, cultivos, asentamientos humanos) y el papel de la oferta natural de bienes y servicios para la sociedad, en la historia del país. Se parte de tres hipótesis fundamentales:

o La sociedad influye sobre la naturaleza: El uso humano de los ecosistemas y sus recursos condujo a su transformación y eventual deterioro.

o La naturaleza influye sobre la sociedad: Los ecosistemas y sus recursos incidieron en la forma como el país fue ocupado y en su devenir económico y social.

o Las transformaciones inducidas por la sociedad en la naturaleza revierten sobre la sociedad y viceversa: A medida que se transforman los ecosistemas se modifica tanto su oferta de recursos, como la forma como interactúan sociedad y naturaleza; eventualmente se generan conflictos de uso y conflictos sociales.

HECHO POR: CRISITIAN MARINO VELASCO LOPEZ

ING. AGROINDUSTRIAL

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

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